Puericultura, “Cuidados del niño”

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Valeria Eidler, Puericultora, nos habla de su labor. 

¿Qué es ser “puericultura”?

La Puericultura es una profesión relativamente nueva, tiene aproximadamente 30 años, “pueri” significa niño y “cultura” cuidado, es la profesión que se encarga del cuidado de los niños y de acompañar familias, hombres, mujeres, en los procesos de gestación, embarazo, lactancia, puerperio, y en la crianza de los primeros años de los niños.

¿En qué momento tenemos que llamarte? ¿En qué momento del proceso de la llegada de una nueva personita a nuestras vidas? ¿Se prepara la mama para dar de mamar? ¿existe esto de “preparar la teta” para amamantar?

Yo siempre digo que la mejor preparación siempre es la información, información con sustento científico y actualizada. No hay mejor preparación para una pareja que está esperando un bebé que recibir información, conocer cómo funciona el cuerpo, la fisiología del cuerpo. Siempre digo en mis talleres que la información es poder, cuanto antes vengan a consultar, ya sea en una consulta privada, donde está la mamá con la persona que ella elija, es mejor, porque se atraviesa el embarazo desde otro lugar, tranquilos, empoderados. Con respecto a los mitos que hay entorno a la “preparación de los pechos para la lactancia”, hay mucha información que carece de sustento científico, dar de mamar es un acto fisiológico, como tal no requiere preparación, no preparamos los pechos para amamantar, como no preparamos los pulmones para respirar ni preparamos las piernas para caminar, entonces, hay tantas formas de pechos como mujeres existen, la forma del pezón, la forma del pecho, el tamaño, no condicionan el éxito de la lactancia. Sería muy injusto que la naturaleza solamente nos dote de poder amamantar a aquellas mujeres que tenemos de una determinada forma el pezón, porque ¿qué pasaría con las otras?¿cómo sería la supervivencia de esa especie? no podría subsistir. Es totalmente incorrecto decirle a una mujer que tiene que hacer un ejercicio para preparar el pezón, que tiene que hacerse doler, o hacer prácticas que van en contra de la propia naturaleza. El pezón, el pecho, se va preparando solo durante el embarazo, porque tenemos unas glándulas que se llaman “de montgomery” que segregan una grasa especial, que es la que lubrica el pezón y va haciendo que ese pezón sea apto para ser succionado por el bebé, más allá de que el bebé no se prende de la puntita del pezón sino de toda la glándula, por eso digo, es importante conocer el cuerpo, conocer esto durante el embarazo.

¿Cómo es que llegas a Formosa?

Este es mi 5to año en Formosa, soy formoseña, pero he vivido la mayor parte de mi vida en Buenos Aires, donde me formé primero como Abogada, soy abogada también y después surge mi vocación de puericultora, a través de una experiencia propia, cuando nació mi primer hija hace 15 años. Me volví a vivir a Formosa, traje esta profesión, y mi conclusión de estos 5 años es que las mujeres y los hombres estamos empezando a tomar conciencia de estos procesos, conciencia de lo que es la maternidad, concientes de la paternidad, y vamos siendo protagonistas, cuando en una habitación de una clínica nace un bebé y la mamá me llama, pide una opinión y no se queda con lo primero que le han dicho, y el papá que está de mero expectador toma protagonismo y se hace cargo de ese bebé, es él el que toma en brazos a su bebé y lo pone en el pecho de su mujer, ahí digo: bueno, vale la pena, estoy dejando una pequeña semillita en las familias de Formosa. Eso me llena de satisfacción, falta mucho todavía, considero que hay mucho por hacer, mucho por de construir, mucho por cambiar, pero me maravilla lo que pasa dentro de cada habitación. Lo que pasa adentro de mi consultorio. Ahí es donde se da la gran revolución del amor, esa es la revolución del amor, cuando un padre y una madre se empoderan, con la llegada de su hijo/a, empoderarse significa ser protagonistas, no acatar órdenes o consejos, así sean de profesionales expertos, consejos de la propia puericultora, consejos de gente que los rodea sino pedir sustento científico, tomar sus propias decisiones. Siempre les digo: no sean dependientes de mi, ni del pediatra, ni de la obstetra, pidan información y hagan su camino, conectense con la sabiduría interior que tenemos todos, madres y padres, ya desde el momento de la concepción, vamos a dejar desarrollar esa sabiduría que a veces se ve un poco acallada de tantas voces externas.

Hoy día buscamos todo en el buscador de Internet y no podemos delimitar la información allí de tanto que hay. Hay que acudir al médico y tener ese cara a cara con el profesional, ¿no?

Totalmente, nunca se compara la consulta profesional y particular en la cual por ejemplo yo evalúo la succión del bebé, escucho la historia de ese bebé, escucho las historias de esa mamá y ese papá, con lo que uno puede, yo misma tengo redes sociales y escribo artículos pero no es lo mismo que uno escribe en forma general que lo que uno puede decir en una consulta, también de lo que uno se puede hacer responsable, porque como profesional uno se hace cargo de lo que está informando. A veces me dicen las mamás, “yo leí en google que decía… ” yo no lo escribí, no puedo hacerme cargo de eso. Las invito siempre a consultar, a no usar las redes para hacer consultas, las redes son para la información general, para transmitir fechas de talleres o encuentros, compartir testimonios de mujeres, de familias, a veces me mandan fotos de sus bebés. Leer la historia de una mujer que al principio le costó comenzar la lactancia y luego lo logró, da mucha tranquilidad a otras pero esto no significa que se pueda reemplazar la consulta cara a cara. 

Das talleres, ¿cómo te contactamos?

A través de las redes sociales me pueden ubicar, instagram y facebook: puericultora valeria eidler.