La decisión de los médicos residentes del hospital pediátrico Garrahan de levantar el paro lejos de mostrar un avance en la negociación y la llegada a un acuerdo con el Gobierno de Javier Milei, marca el inicio de un recrudecimiento con todos los trabajadores del centro de salud.
Así lo explicó por la 750 el trabajador del sanatorio Alejandro Lipcovich, secretario general de la junta interna de ATE, quien aseguró que “la conflictividad está en ascenso”, con una jornada que está marcada por un paro de todo el personal que se extenderá hasta este viernes por la mañana y una pronta movilización a Plaza de Mayo.
“No hay ninguna propuesta. El gobierno extorsionó ayer a los residentes, pero los residentes son solo una parte del problema. Incluso representan menos del 10 % de los trabajadores. Acá el conflicto involucra a todos los trabajadores del hospital”, afirmó.
Y añadió: “Por eso tuvieron que improvisar una audiencia que fue un fracaso, no estuvo el ministerio de Salud, mucho menos el de Economía. Y el hospital tampoco concurrió con funcionarios de peso; mandaron a gente de tercera línea a decir que no tenían nada para ofrecer. Esto generó una gran bronca”.
Lipcovich explicó que a pesar de las “extorsiones a los residentes”, están atravesando esta situación “con una movilización interna muy fuerte, porque la gente no aguanta más”. “No se aguanta más ganar 900 mil pesos mientras la gente renuncia y no es reemplazada. El futuro del hospital está claramente en juego”, dijo.
Luego, cargó directamente contra el ministro de Salud, Mario Lugones: “Es un enemigo indisimulado de la salud pública. Ha dicho que quiere desmantelar toda la responsabilidad del Estado. No solo es terrible que planee eso, sino que lo dijo en la Cámara de Comercio de empresas norteamericanas”.
En otras palabras: “Es un ministro que está de espaldas al sistema de salud que tiene que gestionar y que le ofrece a los grandes empresarios. Y dice abiertamente que la privatización sanitaria se va a profundizar”.
“Por eso no tuvo empacho en cerrar un hospital como el Bonaparte. Y en esa volteada van a caer el Posadas, el Garrahan. A nosotros nos da una rabia enorme cuando hacemos una medida de protesta y dicen que altera el funcionamiento. Obviamente que lo altera. Pero el sistema ya estaba muy dañado y no se le puso un freno”, dijo.
